viernes, 24 de octubre de 2008

El Mandala y El Dragón

martes 23 de setiembre de 2008

Arde un fuego en la oscuridad de la habitación.
Las llamas bailan y se desprenden haciendo un sonido sordo...
crepitan.
Miramos el fuego hipnotizados, concentrados y en silencio.
Las mentes se aquietan.
En grupo, todas las mentes confluyen y se hacen una.
Gladys, Virginia, Sol, Clara, Beatriz, Fernanda, Silvia,
Fernando, Pablo, Yuco, Ana. Somos once.
Nos sentamos en círculo, sobre el piso, alrededor del fuego.
Suena la música de Paris-Texas
El fuego lo quema todo, exorciza.
Es intenso, hay una alquimia pura que produce catarsis.
Pasan apenas doce minutos,
pero el tiempo se estira como las llamas
y parecen muchos más que doce.
El tiempo se detiene apenas.
No se siente nada, sólo hay hueco, vacío y olvido en tiempo presente.
El dragón aparece en el fuego que lo expulsa y lo repele de sí.
Representa la polaridad entre lo siniestro,
el ataque y lo purificador, que multiplica.
Hay papeles blancos en el piso.

Todos tienen un círculo dibujado.
Es el vacío inicial que nos invita a entrar.
Para eso hay que caer en un punto y focalizar en el centro.
Hay mucha fuerza en su núcleo.
Es un huevo, también es un ojo.
Es la vida.
Este fuego es como la vida.
Se apaga, se prende, y nunca es igual.
Aparece el dragón en el fuego nuclear.
El dragón es el instinto, es el símbolo de la lucha.
Aparece la furia. Enroscarse. Dejarse llevar.
Que sea lo que salga, lo que salió.
Color, forma, fantasía, liberación.
Uno puede retraerse o expandirse,
salir del círculo o concentrarse en él.
Dejarse llevar, fluir.
El dragón sin cola.
Apasionados por la fuerza que puede volar leve, como un pájaro.
Es el aire, es la fuerza, son los sentimientos que brotan.
Hay un desierto, allí los embriones no pueden salir del huevo.
Luchan para nacer, pero no pueden.
Hace mucho calor y se siente en el aire.
Es el símbolo de la concepción.
Después viene el parto con dolor.
Son fechas las que cosechan las lágrimas.
Pero las fechas son del pasado, igual que lo son las lágrimas.
Ahora hay puro presente.
Y ahora.
Y ahora más presente.
Es la unidad de conciencia.
Es la multiformidad de la vida.

Es el Amor.


Hay un papel grande en el piso, es marrón.
No tiene nada dibujado en él.
Hay que poner una guía para que oriente el diseño del mandala.
Se dibuja en forma espontánea,
se coopera entre todos.
Se completa el trabajo de los otros.
Se transmite al resto con el grafismo sobre el papel.
Hay apropiación con mucho respeto por el trabajo de los demás.
Se manifiesta la unidad en la diversidad.
Hay afinidad.
Hay explosión y voluptuosidad.
Se habla con el lenguaje de la energía, que es el idioma universal.
Se trabaja como trabajan las hormigas,
que son muchas y se chocan sin molestarse,
abocadas cada una a su tarea.
Surge espontáneamente una ronda final, la danza.
El ritual.
Todos se hacen uno.

Es una Fiesta.


ALEGRÍA




















































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